Por María José Bon, Directora y Fundadora En Modo Emprendedor.
“En la conmemoración del día internacional de la mujer, hablar de emprendimiento femenino aún es un desafío, no solo por el hecho de tomar la decisión de independizarse, sino porque aunque muchas lo hacen por compatibilizar los tiempos con la maternidad, el ser esposa, dueña de casa y un sinfín de roles que nos enseñaron nuestras madres, abuelas y muchas antes de nosotras, a eso se sumaba la presión de cumplir estas tareas de forma perfecta.
Y para cumplir con estas responsabilidades que nos acompañan desde que el mundo es mundo, el emprendimiento se convirtió en la solución, desde las madres solteras en un país lleno de papitos corazón… hasta lo más romántico, el querer cumplir nuestros sueños, ser independientes y cumplir nuestras metas personales. Pero el emprendimiento no tiene clase social así lo podemos ver con emprendedoras desde FOSIS hasta CORFO y muchas tienen un problema en común, la brecha entre hombres y mujeres.
El 8M fue establecido por la organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1977 en homenaje a las 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, que fallecieron en un incendio mientras se realizaba una huelga por mejores condiciones laborales, el 8 de marzo de 1857. Y hoy en pleno 2024 la lucha salarial aún es tema, desde los empleos más modestos hasta los altos cargos en grandes empresas.
Después de la pandemia la desocupación femenina fue una brecha más, con los niños en la casa y la necesidad de las clases virtuales, estas se convirtieron en una complicación para las que su trabajo no era compatible con la virtualidad y el emprendimiento fue la gran solución para muchas.
Las cifras que nos dejan los estudios entregados en noviembre del 2021 “Emprendimiento femenino en tiempos de pandemia” y “Radiografía del emprendimiento femenino” las mipymes en chile representan el 65,3% del total de los empleos formales, donde 38,6% de los microemprendedores son mujeres.
• 49% de ellas son jefas de hogar.
• 21% emprendió por una oportunidad de negocio o ingresos.
• 19% aumentó sus ingresos en la pandemia gracias a su emprendimiento.
Otra brecha nace cuando ellas no solo quieren emprender y también necesitan de mejores herramientas, ya que el 15,2 % de las empresas muere en el primer año de vida. Temas como la innovación, sostenibilidad, I+D+i, las empresas B, la vinculación y muchos otros representan una información a la que lamentablemente no todas tienen acceso, por falta de tiempo, ya que se dan cuenta que tener su propia empresa no se traduce en tiempo libre.
Y aunque vemos muchas ferias con mujeres emprendedoras y podríamos pensar que ellas son más que los hombres, estos nos ganan en temas como la innovación y los antes mencionados, ya que pocos adquieren responsabilidades en el hogar, existiendo aún el pensamiento machista que su trabajo debe ser solo de proveer, aun cuando los dos trabajen…
Dicho por una emprendedora que me tocó entrevistar hace poco, es injusto, mientras nosotras somos las últimas en acostarse para preparar todo para el día siguiente y las primeras en levantarnos. En pleno 2024 ellos siguen adquiriendo más oportunidades y mejores conocimientos, ya sea porque tienen más tiempo de leer, estudiar y la importante vinculación con grandes empresas e instituciones de Gobierno. Y aunque estas últimas hacen programas especiales para mujeres como los “Abeja”, muchos de ellos solo quedan en pequeños emprendimientos, mientras que los emprendimientos masculinos incluso pasan a ser empresas reconocidas, premiadas e innovadoras, incluso dándonos cátedra en algunos foros.
Falta mucho aún, faltan inversión de las instituciones públicas en medios de comunicación masiva de los cursos y programas existentes, falta educación financiera en los colegios, falta que las mujeres nos creamos el cuento…
Porque una vez una autoridad me dijo algo muy triste, si una mujer no dice nada que sorprenda en los primeros dos minutos de conversación, el hombre que tienen enfrente, nunca te escucho”.