Los integrantes de una peligrosa banda de narcotraficantes renguina. Una trabajaba en un almacén, otro en una estación de servicio. Ambos sin antecedentes policiales tenían vidas normales, pero con un increíble centro de distribución de drogas, que conseguían robándoles a los mismos narcos de Rengo.
Se trata de una dueña de un almacén, un vendedor de algodones, un vendedor de bicicleta, un dueño de taller mecánico y un bombero de un servicentro, quienes eran parte de Los Malveques. En total son nueve supuestos vecinos que sus verdaderas vidas fueron descubiertas en un operativo de carabineros que terminó con sus detenciones.
Los vecinos de Rengo no se podía explicar cómo sus vecinos que parecía buenas personas, eran parte de una peligrosa banda de narcotráfico.
Por sus redes sociales, los malveques mostraban las carreras callejeras que participaban y sus autos personalizados que los utilizaban para hacer carreras clandestinas a «lo toreto».
Eso si, el único de los jóvenes de la banda «Los Malveques» que mantenía antecedentes penales era Lucas Bravo, quien fue detenido en 2020 por atropellar a un funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI) y por ser parte de una emboscada en contra una persona, quien falleció en el lugar, luego de que le quitaran la droga (mexicana)
«Es un sujeto bastante peligroso, muy violento. Poseía armamento de fuego el cual se dedicaba a efectuar ‘mexicanas’ para abastecerse de marihuana, la cual posteriormente comercializaba», señaló Aquiles Cubillos, fiscal regional de O’Higgins. 
