Por Denisse León Rojas
En relación con lo acontecido con los anuncios del presidente Boric en su cuenta pública, con respecto de la presentación con un proyecto de ley para legalizar el aborto; hago la siguiente reflexión.
Como madre de dos hijas, durante el embarazo pude sentir que había una vida dentro de mi vientre, sentí cuando la bebe tenía hambre, cuando estaba incomoda, cuando tenía hipo, cuando respondía con pataditas a mi voz, por eso sé que es una vida y nadie tiene el derecho a elegir por sobre ella.
Así también hay 3 enfoques que debemos considerar:
Para quienes miran la vida desde la ciencia, hay ya diversos estudios que dicen que “Las moléculas que forman el ADN (ácido desoxirribonucleico) del padre y el de la madre se combinan para crear una nueva vida. La vida viene determinada por los genes, “El ser humano está programado para el crecimiento y el desarrollo durante toda la vida desde su etapa unicelular”, afirma el célebre biólogo molecular David Fu-Chi Mark. Y añade: “Ya no queda ninguna duda de que cada ser humano es completamente único desde el mismo principio de su vida, desde la fecundación”.
Para quienes ven la vida desde la mirada de los derechos (derecho a decidir sobre mi cuerpo), se debe considerar que cuando uno es sujeto de derecho también es sujeto de deberes, es decir para no embarazarse de un hijo no deseado, se debe cumplir con la prevención; así también el hecho de vivir en sociedad no nos permite decidir si otra persona vive o muere, todos tienen el derecho a la vida, independiente la edad.
Y, las personas que somos cristianos y creemos en la palabra de Dios que está en biblia, podemos mencionar que “La vida es un regalo de Dios (Génesis 9:6; Salmo 36:9). De hecho, toda forma de vida es muy valiosa para Dios, y esto incluye la vida de un niño que está en la matriz de su madre. Dios es alguien que tiene el control de nuestro presente y futuro, ahí tenemos el ejemplo de Jeremías “Antes de estar formándote en el vientre, te conocí; y antes que procedieras a salir de la matriz, te santifiqué. Profeta a las naciones te hice” (Jeremías 1:5).
Si leíste esta nota, te invito a que hagas una reflexión de responsabilidad con la vida, todos sufrimos cuando perdimos a un ser querido, y un bebé no es la excepción, por mucho que dependa de su madre para vivir hasta los 9 meses.